Hoy vengo con un post de bonitismos, porque ya está bien de tanta fotografía y reflexión personal. De vez en cuando, una buena dosis de consumismo le va bien a cualquiera 😉
Cuando nació Inés, nos acabábamos de mudar (lo que fue unido a muchos gastos y a una señora hipoteca). Además, aparte de ropa, tuvimos que comprar absolutamente todo lo que eran muebles y accesorios porque no nos pudieron prestar casi nada. Tampoco quería convertirme en madre consumista que solo compra cosas para el bebé. Por todo esto, me controlé muchísimo con las compras. En serio (que intuyo a través de la pantalla las caras de escepticismo).
Esta vez se han invertido las tornas. Teníamos absolutamente todo lo necesario para Théo e incluso pudimos reciclar mucha ropa (gracias a dios, no fui de las que lo compré todo rosa). De modo que, esta vez, sí que me apetecía y me podía permitir algún que otro capricho entre la gran variedad de bonitismos que existen en el maravilloso mundo de los bebés.
Hoy os enseño alguno de esos caprichos, los que realmente valieron la pena.
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Capazo
Esto fue de las cosas que dudé mucho en comprar cuando nació Inés y luego me arrepentí de no haberlo hecho. Vivimos en una casa, así que uno se pasa el día subiendo y bajando escaleras. Es imposible ir con la cuna a cuestas cuando quieres acostar al bebé en la planta en la que tú estás.
Esta vez no he cometido el mismo error y ha sido muy práctico tener un capazo porque así tengo un lugar donde acostar a Théo en cualquier parte de la casa y es fácil llevarlo de un sitio a otro.
Marca: Numero 74
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Hamaca
Esta es otra de las cosas que no compramos para Inés. Ahora me pregunto cómo hicimos para sobrevivir sin hamaca. Nos prestaron una unos cuantos meses, pero la hubiéramos necesitado desde el principio. Luego está que la mayoría de las hamacas que hay en el mercado son de un estilo que, francamente, no se adapta a mi gusto personal, así que cuando descubrí esta de la marca Charlie Crane que, además de útil, es preciosa, no me lo pensé dos veces. No es fácil de encontrar, pero la conseguí en una tienda de la que me he enamorado y de la que os hablaré más porque es todo un hallazgo. Se llama Kids Love Design (hasta el nombre me gusta) y tienen artículos de diseño nórdico para niños (todo lo que me pierde). Lo mejor es que envían a toda Europa a precios razonables, porque yo este tipo de artículos hasta ahora solo los encontraba en tiendas escandinavas y o no mandaban al extranjero o el envío salía por un ojo de la cara. Y, para las que vivís en Suiza como yo, os interesará saber que hacen desgravación arancelaria (la famosa “détaxe”).
Marca: Charlie Crane, Kids Love Design
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Parque
Parece que ahora ya «no se lleva» lo del parque. A Inés la dejaba en el suelo y ya estaba, pero me machacaba la espalda y, cuando empezó a andar, era un sinvivir. Es mucho más cómodo para la espalda dejarlo en el parque y me siento mucho más segura con respecto a Inés. No es que le vaya a hacer nada, pero muchas veces lo quiere coger en brazos como si fuera mayor y del parque no puede cogerlo 😉
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Mantitas y saco de dormir
Estas cosas sí que me apetecía cambiarlas porque las de Inés eran bastante de niña y ya estaban bastante usadas, las pobres. Las que os enseño son de una marca danesa (cómo no) que me encanta y que también encontré en Kids Love Design. Se llama Cam Cam Copenhagen y me gusta por la calidad, el tejido ecológico y la sostenibilidad en la producción. Esto fue amor a primera vista.
Marca: Cam Cam Copenhagen, Kids Love Design
5. Capota Bugaboo
Este fue claramente un capricho porque la capota inicial, violeta, hubiera valido para niño también (de hecho, con esa idea la compramos), pero solo cambiando la capota parece que tienes carro nuevo, así que valió la pena la inversión. Además, cada niño es diferente, así que está bien también que tengan alguna cosa propia y no heredada.
Marca: Bugaboo
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Bolso cambiador
Este bolso, desde que lo vi en redes, me enamoró y lo quería para mí. Cuando Inés era bebé, me habían prestado uno que tuve que devolver, así que tenía la excusa perfecta. No es el típico cambiador; más bien parece un bolso normal y muy elegante que podré llevar incluso cuando ya no haya pañales en mi vida.
Marca: Josefina
Os confieso que aún he comprado más cositas, pero estas son mis preferidas y quería compartirlas con vosotras. Espero que os gusten.
Marta, el bolso de Josefina. ¿Crees que puede servir para llevar el equipo fotográfico? Estoy buscando un bolso que sea bonito y este me ha enamorado pero no sé si puede resultar incómodo o muy pesado.