Sois varias las que me escribisteis por privado para pedirme recomendaciones sobre Florida porque vais a ir próximamente o para preguntarme por qué habíamos escogido este destino para nuestras vacaciones y no otro. Como habréis visto si me seguís por Instagram, este ha sido uno de esos viajes que no hacemos todos los años y me apetecía recogerlo por aquí, pero ahora que veo, además, interés por vuestra parte, aún tengo más ganas.
Para que no sea una entrada demasiado larga, he decidido dividirla en tres un poco más “ligeras”: los preparativos del viaje, Miami y los Cayos.
Por qué Florida, sobre todo con un bebé tan pequeño
Ha sido una pregunta que nos han hecho mucho, sobre todo la gente con la que hemos ido hablando durante el viaje. Creo que “sois muy valientes” es la frase que más hemos oído, después de “qué mono es vuestro bebé” ;), y es que no deja de ser una odisea cruzar el charco con niños pequeños. El viaje en avión puede desmotivar a cualquiera.
Queríamos aprovechar de mi baja por maternidad para hacer un viaje de esos que no se olvidan fácilmente. Pocas veces en la vida está uno varios meses sin trabajar (y sabiendo que te guardan tu puesto de trabajo) y es el momento perfecto para planificar un viaje. Además, durante los primeros seis meses, los bebés –además de no pagar billete, como todos los niños hasta los dos años si viajan en brazos de los padres– tienen derecho a cuna en el avión, lo que hace la experiencia mucho más llevadera.
La elección del destino no fue nada fácil. Queríamos ir a un sitio en el que hiciera calor y pudiéramos bañarnos en el mar y, en esta época del año, para eso hay que salir de Europa. Las opciones se reducen con un bebé tan pequeño porque para nosotros era importantísimo no correr ningún riesgo y contar con un sistema sanitario bueno si, por lo que fuera, se ponía enfermo. Tampoco queríamos coger tres aviones o hacer vuelos demasiado largos, así que estos tres criterios (buen tiempo, seguridad sanitaria y facilidad de llegar a destino) hacían que estuviéramos entre la isla Mauricio y Florida.
La isla Mauricio tiene muy buena pinta, pero teníamos la impresión de que el viaje se iba a reducir a quedarnos en un resort y aprovechar de la playa, cuando a nosotros nos gusta combinar playa con visitas (las que nos dejan ahora los peques, claro).
Florida reúne una combinación perfecta de playas paradisíacas y cosas que ver. Además, cuando Inés era bebé, habíamos hecho el mismo viaje. Por un lado, nos apetecía cambiar de destino, pero, por el otro, nos parecía muy emocionante hacer el mismo viaje con los dos y volver con Inés ahora que se da cuenta de todo y lo iba a disfrutar más. Así que Florida fue nuestra elección.
Preparación del viaje
Reconozco que nunca hemos sido de ir a la aventura. Tengo muy malos recuerdos de cuando era pequeña y nos lanzábamos en pleno mes de agosto con mis padres en busca de un destino y un hotel. Siempre me acordaré de una noche que tuvimos que dormir los cuatro en el coche yendo a Galicia porque no encontramos ninguna habitación disponible. Además, con dos peques, ir a la aventura es aún más arriesgado.
Como tardamos tanto en decidirnos, los precios de los hoteles estaban ya bastante altos. Estados Unidos ahora mismo es un destino caro, la verdad, porque el dólar está por las nubes, así que, si os planteáis ir, os aconsejo que miréis el alojamiento con antelación.
Los vuelos están bastante bien de precio porque hay una amplia oferta. Nosotros viajamos con Iberia pasando por Madrid y nos salió muy bien de precio. Iberia lleva muy mala fama, pero lo cierto es que nos trataron divinamente, sobre todo al ir con peques, y creo que repetiremos con ellos.
El otro interrogante eran los lugares que queríamos visitar porque, al fin y al cabo, Florida es grande. Cuando estuvimos con Inés hicimos tres paradas en dos semanas (Miami, Palm Beach y Key West). Fue bastante tute de coche y de cambio de hotel (hacer y deshacer maletas demasiadas veces), así que esta vez decidimos limitarnos a dos sitios: Miami y los Cayos. Los dos sitios nos enamoraron la primera vez y nos quedamos con ganas de volver.
Nos planteamos ir a Orlando para visitar Disney y la NASA, pero ninguno de los dos somos muy pro-Disney, así que decidimos escaquearnos ahora que Inés aún no nos lo pide. La costa este de Florida también tiene muy buena pinta, pero los sitios que más nos gustaban estaban bastante lejos de Miami.
Otra de las cosas que teníamos que decidir era si alquilábamos coche durante las dos semanas (lo que salía bastante caro) o no. Al final, decidimos alquilar coche solo durante una parte del viaje. En Miami, se puede sobrevivir sin coche perfectamente. Además, así te evitas pagar el aparcamiento, que es bastante caro. En Miami nos movimos con Uber y os lo recomiendo. También os aconsejo que reservéis el coche con antelación. Ahora el alquiler de coches va como los billetes de avión y los hoteles. Los precios suben como la espuma cuanto más tardes.
Lo último que os aconsejo a la hora de preparar un viaje a Estados Unidos es contar con que los precios no son del todo reales, porque en Estados Unidos el servicio aún no está incluido en todos los sitios, así que a los precios hay que añadir alrededor de un 10% en propinas. En los hoteles también añaden una serie de tasas que hacen que el precio final suba un poco más cuando reservas.
En breve vuelvo con el próximo episodio del viaje: Miami 😉
Marta me ha encantado el post y tus recomendaciones. Las fotos son maravillosas
❤️????❤️????❤️
Un millón de gracias, Elisa.